Mató a su vecino porque su pitbull había atacado al caniche de su novia

El homicida está en libertad porque el juez de Garantías de Escobar consideró que actuó en legítima defensa, ya que la víctima lo amenazó con un bidón de nafta.

Otro brutal e irracional caso de violencia social terminó con un muerto en Ingeniero Maschwitz. Un hombre ultimó de un disparo a su vecino porque su perro pitbull había atacado al caniche de su novia. El juez de la causa lo liberó por considerar que actuó “en legítima defensa”.

Si bien el lamentable episodio ocurrió el pasado sábado 18 de octubre, en el barrio San Miguel, salió a la luz recién este lunes al mediodía, a partir de una manifestación que la familia de la víctima, Pablo Mendoza (35) -padre de cuatro hijos-, realizó frente a la comisaría Escobar 1ra.

La esposa de Mendoza, Valeria, contó que el trágico hecho se produjo luego que su perro, un can de raza Pitbull, se escapará de la casa y atacará violentamente al caniche de la novia de su vecino, quien al ver la situación molió a golpes al animal hasta dejarlo moribundo.

Al día siguiente, la mujer llevó al pitbull a Zoonosis, donde el veterinario le aseguró que el agresor tenía varias denuncias por andar armado y envenenar a perros. Al enterarse, Mendoza se cruzó con su vecino, Darío Medina, quien al verlo sacó un cuchillo para atacarlo. Mendoza reaccionó rompiéndole el parabrisas del auto. Pero el conflicto no termino ahí.

«El sábado apareció el tipo, como si nada. Mi marido fue a enfrentarse con él y llevó un bidón de nafta para asustarlo. Cuando fue, recibió un tiro. Mis hijos estaban viendo todo. Le pisaba la cabeza en el piso y lo levantaba como si fuera un trofeo. Cuando quisimos acercarnos con mis hijos nos amenazaba», relató Valeria entre lágrimas.

«Esto fue premeditado y con cómplices, porque la novia le llevó el arma antes de verlo. Este crimen no puede quedar así. Voy a luchar para que él esté preso», prometió la esposa de Mendoza, quien precisó que ni su perro ni el del vecino murieron.

El homicida, que es dueño de una carnicería de la zona, fue detenido por la Policía y puesto a disposición del juez de Garantías de Escobar, Luciano Marino, quien finalmente lo excarceló bajo una fianza de $150 mil. Según el criterio del magistrado, Medina actuó con «exceso en la legítima defensa» porque Mendoza salió de su casa con un bidón de nafta, en lo que entendió como «una manifiesta amenaza de muerte».

Por su parte, el abogado de la familia Mendoza admitió que la víctima y el acusado tenían un largo historial de conflictos y peleas, que culminó de la peor manera.

La locura le volvió a ganar a la racionalidad. Y se cobró absurdamente una vida.

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