Ariel Sujarchuk lanzó en Facebook el “Museo del Abandono Escobarense”

Es una aplicación donde los vecinos pueden publicar imágenes del estado de su barrio. “El Escobar que tenemos no es el que merecemos”, enfatizó el precandidato.

Calles intransitables y anegadas, ramas sin recolectar y un basural en plena vía pública, algunas de las fotos publicadas.

En medio de una batalla dialéctica con el intendente Sandro Guzmán, el funcionario nacional y precandidato a intendente de Escobar por el FpV, Ariel Sujarchuk, presentó en su perfil de Facebook el denominado “Museo del Abandono Escobarense”, una aplicación donde los vecinos podrán compartir imágenes del estado en el que se encuentran sus barrios.

“La situación de los barrios ha sobrepasado todos los límites. Por eso, queremos mostrar el abandono que existe de parte del Municipio, y así, desde nuestro lugar y con nuestras posibilidades, continuar ayudando en aquellos barrios abandonados, como lo venimos haciendo”, expresó el referente de la agrupación HACE a través de la popular red social.

A través de esta aplicación, los vecinos escobarenses pueden subir fotografías representativas de los problemas que sufren a diario en sus lugares de residencia. Desde calles rotas, sin iluminación y algunas simplemente intransitables, sea por el pésimo estado o por inundaciones, hasta basurales y desarmaderos a cielo abierto.

Con la premisa de “a cada ataque una propuesta”, el “Museo del Abandono Escobarense” fue lanzado bajo el lema: “Para que el abandono quede en un museo y una nueva realidad sea nuestra obra, mandanos tu foto”.

“El Escobar que tenemos no es el que merecemos. Si queremos un cambio, es necesario que cambien los que están al frente del Municipio”, enfatizó Sujarchuk.

Las imágenes se pueden enviar, vía mensaje privado, a la página oficial de Facebook de Ariel Sujarchuk y también por WhatsApp al número (011) 5326-5785.

“Las imágenes estarán cargadas en la red social y se irán actualizando minuto a minuto”, aseguró el subsecretario de Estado que lucha por ocupar el sillón de Lambertuchi, en este caso, con una estrategia original.

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