El desfile de carrozas florales llenó de color la avenida Tapia de Cruz

Cientos de personas y decenas de instituciones fueron parte del tradicional evento belenense, cuya organización no estuvo a la altura. Este domingo, la 52º Fiesta Nacional de la Flor elige a su nueva soberana y también al carromato ganador.

Cientos de personas y decenas de instituciones fueron parte del tradicional evento, cuya organización no estuvo a la altura. Este domingo, la 52º Fiesta Nacional de la Flor elige a su nueva soberana y también al carromato ganador.

Miles de personas y decenas de instituciones del partido de Escobar y aledaños dieron marco este sábado a la noche al tradicional desfile de carrozas de la Fiesta Nacional de la Flor, que llenó de color la avenida Eugenia Tapia de Cruz.

Aunque sin el brillo y la participación de otros años, tanto por parte del público como de las carrozas, durante una hora y media la calle principal de Belén de Escobar se vistió de fiesta. Pasadas las 19, la banda musical de Prefectura Naval fue la encargada de inaugurar la ceremonia y abrirle paso a las entidades y a sus carromatos.

Con 30.000 claveles y un diseño con motivos orientales, la carroza oficial de la Fiesta de la Flor, que transportó a la 51º Reina Nacional de la Flor, Vanesa Phatouros, le abrió paso a las demás. En esta edición, fueron nueve las carrozas alegóricamente ornamentadas que transportaron a las 16 mujeres que aspiran convertirse, a partir de este domingo, en la nueva Reina Nacional de la Flor.

Como ya es una costumbre, dos de las carrozas más llamativas y completas fueron las de la Asociación Japonesa de Escobar (ganadora en 2014) y la del Bioparque Temaikèn (segunda el año pasado). La primera erigió a la figura de Doraemon, un personaje de animé internacionalmente conocido, a través del cual representaron la integración entre Oriente y Occidente. Y la otra a volvió a alertar sobre el tráfico ilegal de animales con un arreglo que presentó tortugas y una boa constrictora de gerberas, con un cartel que rezaba: “Los animales silvestres no son mascotas”.

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Quienes también sorprendieron gratamente al público con sus floridos y enormes carros fueron la Colectividad Boliviana de Escobar y la Escuela Bíblica Buenas Nuevas. Los del altiplano crearon un barco a vela que simbolizó la unión entre la especie humana y la naturaleza, a la vez que reafirmó el histórico reclamo a Chile por una salida al mar. Mientras que los religiosos montaron el jardín del Edén con cascadas y figuras de Adán y Eva.

Además, desfilaron e hicieron lo suyo las carrozas del Rotary Club de Escobar, Ferroamigos Club de Escobar, Comedor Infantil El Maná, Instituto de Florihorticultura y Jardinería de Escobar y de la Asociación Reinas Amas de Casa, que llevó un mensaje solidario concientizando acerca de la importancia de donar sangre.

Asimismo, también participaron las cinco mini carrozas de la elección de la Reina Nacional Infantil del Capullo, lideradas por la carrocita oficial de la Fiesta con tres simpáticos «minions» erigidos con 5.000 claveles, en la cual fueron transportadas la flamante soberana y sus princesas.

Este domingo a la tarde, durante la elección de la 52º Reina Nacional de la Flor en la Ciudad Floral, se anunciará cuál fue la carroza ganadora.

También fueron parte del aplaudido evento las agrupaciones El Malón y Locos por los Fierros, varios ballets, atletas locales, como el medallista panamericano Francisco Esteras, centros tradicionalistas y la colectividad del Perú, cuyos integrantes realizaron una puesta en escena con canto y percusión que se llevó todas las miradas.

El desfile fue seguido desde el palco oficial por el presidente de la Fiesta de la Flor, Tetsuya Hirose, el funcionario del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y candidato a intendente, Ariel Sujarchuk, y el secretario de Gobierno, Diego López, único representante del Ejecutivo municipal, entre otras autoridades.

La nota negra

El desfile de carrozas se vio totalmente opacado por la falta de previsión y organización oficial. Es que ante la ausencia de vallas de contención y personal que delimitara la zona, la mayoría del público lo disfrutó desde la “pasarela” misma, es decir, sobre la calzada.

De esta forma, no solo fueron perjudicados los vecinos que respetaron la norma implícita de apreciarlo en las veredas de la Tapia de Cruz, sino también los periodistas que cubrieron el evento y principalmente las carrozas y entidades, muchas de ellas con caballos, que debieron desfilar con la máxima precaución para no lastimar a nadie.

Dicen que de los errores se aprende, pero pareciera ser que los desfiles de carrozas de la Fiesta de la Flor son la excepción a la regla. A tomar nota, de una buena vez, para 2016.

Imposible. Las carrozas y agrupaciones que desfilaron fueron aprisionadas por las personas que se pararon sobre la calzada de la Tapia de Cruz

Imposible. Las carrozas que desfilaron fueron aprisionadas por las personas que se pararon sobre la calzada.

Por Damián Fernández

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